“El parade es identidad y diversidad cultural, es fusión,
elegancia, cultura, sabor y color. Es mágico”…
Marcela Ramos Bertozzi, fotógrafa.
Marcela Ramos lleva 5 años asistiendo al Grand Parade. La primera vez, fue para cubrir el evento como parte de su trabajo en un medio de comunicación nacional, y de ahí en adelante la magia del Grand Parade la capturó.
“Representa mucho para mí. La música, la naturaleza, me han hecho como un imán hacia ese lugar”.
El Parade es una fiesta, representa la herencia cultural, la identidad, el orgullo de las raíces y la historia. La fusión que está presente en la cultura afro, es evidente en esta fiesta que reúne a Limón y a visitantes de todo el país, cada final de agosto de hace 20 años.
La celebración se lleva a cabo hace aproximadamente 20 años, luego de la creación del Comité Cívico Cultural Étnico Negro en 1999.
Se trata de un evento que trasmite el calor de Limón y su gente, que comparte saberes e inculca el respeto por el pasado que define lo que hoy es esta provincia y en gran parte también el país que la alberga.
En el Parade se conocen raíces, se conoce música, baile, comida, se conoce gente… La gente parece ser lo que más marcó a Marcela. Allí conoció a Alexandra Nelson, una mujer que retrató un día más, en un desfile más, pero que se ha convertido en su amiga y una evidencia de lo que es el arte de la fotografía.
“Uno retrata, y lo que capta es un reflejo de lo que la persona siente” resume la fotógrafa. Ese día, Alexandra, quien iba saliendo de una situación personal compleja, se vistió con sus mejores galas para formar parte de esta fiesta. “Luego me dijo ese día se sintió por primera vez muy hermosa” explicó Ramos, y el resultado fue una fotografía que hoy forma parte del libro y la exposición Costa Rica con ojos de mujer.
El Parade genera cambios, transforma, y la imagen de Alexandra capturada por Marcela es prueba de ello. Este es un evento que no se observa, ni se oye, sino que se siente.
Back to our roots:
“El Grand Parade no es un carnaval, no es un desfile, es una puesta en escena”
Margareth Simpson, integrante del Comité Cívico de Limón
Cada 31 de agosto Limón vibra, y vuelve al pasado. El Grand Parade es una vitrina cultural y social para la zona, uno de los eventos más grandes a nivel de la provincia de Limón. Este evento beneficia económicamente a costureras, cocineras, diseñadores, comerciantes, sector turístico, y en general a todos los sectores.
Este día las comidas son a la usanza caribeña, los vestidos son a la usanza caribeña, la música también vuelve atrás. Este día todo el país tiene la oportunidad de conocer, sentir, oler, saborear y vivir la verdadera historia de la personas afrocostarricenses.
“Estamos dictando cátedra en las calles” aseguró Simpson, y es precisamente esta la magia que envuelve el Black Parade; la que envolvió a Marcela y la hace regresar cada año, la que mueve a los limonenses que se encuentran fuera para regresar a su provincia y la que agota los espacios en los albergues de Limón, cada final de agosto.
El limonense se prepara durante un año, los foráneos reservan el día…El Grand Parade ha sido para la provincia un detonador.
El 31 de agosto el limonense está en la calle, la cultura popular está en la calle, la historia se convierte en orgullo y se transmite con el calor caribeño hasta todos los rincones del país.
El 31 de agosto el limonense se muestra, desnuda su cultura y sale a la calle a mostrar lo que le ha llevado a ser lo que hoy es. Este día Limón sabe como antes, suena como antes, mientras se ve como es hoy.