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Centro Cultural e Histórico José Figueres Ferrer

La Empresa y el Estado

La Empresa y el Estado

Nótese que llamo empresa, o empresario, a toda entidad o persona que produce bienes o servicios para el uso de otros.(subrayados del autor)

Nada tiene que ver el carácter empresarial con el tamaño de la unidad productiva. La finquita y la pequeña pulpería son empresas, porque no sirven solamente a su «dueño» o a su familia, sino también al público. El almacén y la hacienda son empresas porque son entes de producción o distribución de mercancías. Las grandes compañías son empresas porque representan el moderno ordenamiento del ahorro capitalizado por muchos ahorrantes, con fines de producción.

En las ecounidades* desarrolladas que mantienen la propiedad pública y la propiedad privada o empresarial de los medios productivos, desde Suecia hasta el Japón, cualquiera que sea su sistema político, detrás de cada empresario, grande o pequeño, está el Estado dándole sostén. No se considera allí indebido que el Estado ayude a un «productor particular», puesto que es un servidor social.

En el Japón de posguerra, los bancos nacionales prestan a algunas empresas hasta el 80% del total de su inversión, a veces sin vencimiento. En Europa, la Ericksson, compañía de accionistas, es mirada como un brazo del gobierno sueco y la Phillips como una extensión del gobierno holandés. En Estados Unidos, el Eximbank ( Banco del Estado ) financia la exportación de locomotoras eléctricas sin que a nadie se le ocurra acusarlo de favorecer a los dueños de la General Electric, o a su presidente. En todos los países adelantados, ayudar a una empresa productora de utilidad social, grande o pequeña, es ayudar a la ecounidad nacional.

Entre nosotros no se entienden todavía los papeles de la empresa y del Estado en el proceso económico. Aún se considera al productor como un simple buscador de lucro personal o familiar. Así se considera también el productor a sí mismo. Por importante que sea su actividad, se le sigue llamando «privada», cual si estuviera desconectada del interés general de la nación.

Repito una vez más: empresariales son las actividades que producen bienes o servicios para el uso del público, en grande o en pequeño, y por tanto necesitan y merecen el apoyo del Estado. Privados son los asuntos de la persona, la familia y el hogar, para los cuales las obligaciones del Estado son distintas.

Aun los conocedores de teoría económica debieran tener más a menudo presente el principio fundamental de la economía Social-Democrática: la actividad económica es una función social. Debe ser apoyada y regulada por el Estado.

Notas:

* Ecounidad: la palabra «economía», como la palabra «cultura» y muchas más, ha adquirido con el tiempo numerosos significados. A veces la economía es el ahorro, a veces es una ciencia. A veces significa el conjunto de bienes económicos de un país, como en la frase «la economía nacional». Para esta última acepción hace falta un término sustituto más preciso, que se use en vez de «la economía» de un país. Varios años atrás, en rueda de compañeros de estudio se me ocurrió la voz «Ecounidad» (en inglés «Ecounit»), para significar lo que a veces llamamos la «economía» de la nación. El nombre Ecounidad resulta especialmente útil en los estudios sobre el comercio internacional, pero es también expresivo al tratar de asuntos internos, como las relaciones del empresario con la «economía total del país», o sea la ecounidad. (Nota del autor tomada del glosario de la obra).

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